Cronicas de Cayetano Povolo - La Defensa 4

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CRÓNICA PARA EL RECUERDO.
Por Cayetano Pòvolo.

El dia 21 de septiembre de 2001, acompañando del presidente de una empresa de autotransporte, excelente conductor, estábamos llegando alrededor de las 11 horas (a.m.) a la ciudad de Santa Fe.-Veníamos  desde Buenos Aires(calculo que 480  Kms.) cuando recibo  un llamado telefónico.-Era una abogada que trabajaba relacionada al estudio.-Su voz se oía sumamente preocupada.- Me dijo: “Doctor empezó la querra……”.- No recuerdo mi  respuesta, pero trate de calmarla.-Poco después llegamos al estudio de Garrote, en el cual estaba aguardandonos el  hijo.- .Ya tenia el televisor encendido  y pudimos ir informándonos.
Bajo la responsabilidad del estudio Garrote  logramos el levantamiento del embargo en pocos días y la empresa pudo disponer líbremente del vehículo
Yo soy nacido en  Italia durante la segunda guerra  mundial-emigre a la Argentina- con mi familia- en el año 1949, siendo todavía un niño.-   Tambièn era de familia italiana la abogada que me llamo.- Por mi parte, tenia bastante conocimiento del daño psicológico de esas situaciones. En los desfiles miltares de fechas patrias en los años 50, mi padre, cuando oia el conjunto de aviones militares sobrevolar nuestra casa, se aislaba.-Nunca  lo ví, pero nos decía nuestra madre que lloraba.-
Bueno, ese dìa fue el ataque a las torres gemelas de Nueva York.-
M.Sava B. Thomas, presidia la Comisión de Mujeres de la  FEDERACION INTERAMERICANA DE ABOGADOS ( F.i. A.- o  I.A.B.A, esta ultima en ingles) y vivía a muy poca distancia, con su familia.-
He aquí su testimonio:
“Queridos amigos:

No saben cuan importante ha sido para nosotros en estos momentos recibir llamadas telefónicas y e-mails de tantos amigos queridos.  El teléfono no ha dejado de sonar y sé que muchos no han logrado comunicarse con nosotros.

El martes fue un día muy difícil, particularmente hasta que logré saber que todos en mi familia están bien.  Como ya les he contado a alguno de ustedes, tanto la oficina de Roger como la de mi hijo Andrés están frente al World Trade Center.  Andrés me llamó por teléfono cuando se estrelló el primer avión para que prendiera el televisor y le contara que estaba pasando.  En esos momentos él pensaba que había estallado una bomba o que simplemente había habido una explosión en el World Trade Center.  En su oficina todos sintieron el estallido como si hubiera habido un terremoto, pero no vieron al primer avión chocar.  Desde la ventana de su oficina él veía un hoyo enorme, pero no estaba seguro de que lo había causado.  Los parlantes del edificio le daban instrucciones a la gente de mantener la calma y no moverse.  Era difícil, sin embargo, pues veía a la gente saltar del edificio del World Trade Center tratando de evitar las llamas.  Nunca se va a olvidar de la gente que se tiraba al vacío, algunos tomados de la mano.  Todo cambió cuando vio al segundo avión acercarse al edificio desde el mar, estrellarse contra la segunda torre y cortarla por la mitad.  Dice que el hoyo que abrió en el edificio era equivalente a varios pisos.  A esas alturas todos corrieron a las escaleras de evacuación pensando que un tercer avión se estrellaría contra la torre de ellos.  La escalera de escape solo les permitía, sin embargo, bajar lentamente en fila de una persona; era imposible entrar a otro piso en busca de otras escaleras pues las puertas de acceso a esos pisos estaban cerradas.  El cree que todos sus compañeros salieron del edificio, pero no sabe que sucedió con aquellos que se quedaron mirando lo que pasaba en el World Trade Center.  Cuando logró llamarme estaba a unas cuadras del edificio y desde allí vio como se derrumbaban las torres.

Desde mi casa todo parece normal.  Central Park maravillosamente verde y el cielo azul curiosamente tranquilo ya que hasta ahora todos los vuelos en el país están cancelados.  El martes solo pasaban de vez en cuando aviones de caza de la fuerza aérea que me imagino querían asegurarnos que estabamos siendo protegidos.  Cuando uno llega a Park Avenue o Madison Avenue, sin embargo, se ve una nube densa sobre Wall Street como las que ve uno en películas de guerra.  La nube sigue allí a pesar de que ha pasado un día completo y eso tristemente significa que aun hay edificios ardiendo.  El viento ha cambiado y está empezando a traer hacia el resto de la ciudad el humo de Wall Street con un fuerte olor a goma y fierro quemado.

CNN ha retractado su noticia de que 1 Liberty Plaza, el edificio de Cleary, Gottlieb, Steen & Hamilton, la firma de Roger, está por caerse.
Los ingenieros nos han informado que el edificio está estructuralmente seguro y que fuera de tener que limpiarse, al igual que el resto de los edificios de área, está en buenas condiciones.  Curiosamente, en la forma que están organizados, tienen acceso a toda la información como si estuvieran en el edificio.

Acá estamos todos con una sensación como cuando fallece un ser querido.
La poca gente que ayer caminaba lentamente en las calles lo hacía sin esa energía que siempre caracteriza a los neoyorquinos, sus las caras curiosamente serias.  Esta mañana no podía dormir y partí a Central Park como a la 6 a.m..  Las típicas hordas de corredores no estaban presentes y los que estaban tenían las mismas caras que vi en la calle ayer.  La ciudad, sin embargo, está empezando a adquirir una cara de día feriado por la cantidad de gente que no está trabajando.  Nadie puede ir hacia el sector financiero donde trabajan miles de personas hasta que logren recoger más y heridos y remover los escombros que cubren las calles.

Estamos recién empezando a oír cuentos de nuestros amigos.  La madre de nuestra vecina estaba en uno de los aviones que fueron secuestrados.
Andrés y Carolina tienen amigos cuyas oficinas desaparecieron sin darles la oportunidad de arrancar.  Todos conocemos a alguien que tiene familiares o amigos que no han sido encontrados.  Recién estamos empezando a tomar conciencia del impacto total de esta tragedia y es tan grande que cuesta asimilarlo.

Las grandes firmas de Wall Street que están bien desde el punto de vista físico, están tan conectadas con las que están teniendo graves problemas, que cuando todo vuelva a la normalidad, si es que existe ahora esa palabra, sentirán el impacto como propio.  Las pérdidas de Wall Street sumarán miles de millones de dólares y nos preguntamos si la recesión que hasta ahora habíamos podido evitar habrá finalmente llegado a nuestras puertas.

Ahora New York está trabajando para sacar a los heridos que están debajo de los escombros.  Tristemente están saliendo muy pocos hasta ahora.  El numero de muertos será imposible de calcular por muchos días ya que es difícil saber quien logró salir de los edificios.  Los escombros tampoco serán fáciles de remover ya que llegan a unos 15 pisos de altura.  Es difícil dormir en la noche pensando cuanta gente aun viva está desesperada debajo de ellos. A pesar de todo esto, a los que vivimos aqui no nos cabe duda que la ciudad se levantara mas fuerte que antes pues su fuerza esta en la gente que vive en ella.

En fin, amigos, mil gracias nuevamente por acordarse de nosotros en estos momentos tan difíciles.  No saben cuan importante es saber que nos tienen en sus pensamientos

Con un fuerte abrazo, Sava.”

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